miércoles, agosto 30, 2006

Final segundo

Era un muelle en invierno, hacía frío. Y mientras se frotaba las manos con resignación, se preguntó por los menos de cuatro formas diferentes el por qué había saltado de la cama, a las dos de la mañana, con la convicción de que su esposo estaba apunto de cometer la peor de sus locuras. Quizás era instinto femenino o la nada despreciable deducción lógica en base a un centenar de antecedentes diarios. “O tanto lo conozco que...”, detuvo la frase antes de pronunciarla. No quería llegar a ese punto, no a estas horas al menos.
Volvió a su mortal presentimiento y saco de su bolsillo la hoja, lo último que había escrito el autor antes de salir hace unas cuantas horas.
Un presentimiento la atrapa desde la cintura, voltea. Lo vio con la mirada perdida y lleno de esa cosa suya que parecía hacerlo resaltar de cualquier manera. “Y pensar que alguna vez lo quise tanto por eso”, murmuró contra su voluntad. Por un momento sintió que lo amaba, pero..
- Oh, Azarel mía, llévame a tus lunas de cartílago – invitaba el autor a una forma inexistente – bailaremos el tango de la tierra y si quieres inventamos una canción nueva...
Pero al oírlo parlar sus mundos incompresibles, le afloró la razón que tanto la instaba a detestar a ese hombre. Y frunció el ceño y su corazón desnudo emergió a la superficie con las heridas sin cicatrizar. “Pudimos haber sido tan felices, ¡Idiota!, no necesitabas ser un escritor fantástico para ganarte mi amor, ya lo tenias...” , pensó con dolor, casi lloró.
Avanzó hacía él insegura y aún rabiosa. “Y bien, ya estoy aquí ...¿Y ahora qué se supone que tengo que hacer? Darle un beso en la frente y aquí no ha pasado nada, ¡ Y qué! Fingir que soy una musa imaginaria y vivir con él en su empresa despiadada...No sé que hacer con esto”, Alegó con gran energía, lo detestaba hasta lo más profundo, pero así también lo quería con una potencia ciega e irracional. “Es mi autor”, dijo a media voz con un matiz sentimental inescrutable.
Todos los años de compañía se reducían a eso. “Es mío”, repitió con vergüenza, “Malo, bueno u inclusive loco, es mío. Me pertenece, soy la única que lo comprende”. Si darse cuenta ya estaba al lado del autor y él la miraba con la atención puesta en otro mundo.
- Esperaba que vinieras – dijo simplemente.
- La editorial ha llamado en la tarde, dicen que van a considerar tu última entrega – mintió ella – sólo quería que lo supieras.
- Eso es mentira. – replico él sin apuro.
- ¿Vienes conmigo a casa? – inquirió ella falsamente distraída
- No sé, ¿Debería?
- Tienes escribir en tu diario, ¿No es así?

Esa noche caminaron de la mano por entre la niebla.
Nadie les volvió a ver.


Posdata: Le dedico este final alternativo a la Conata! xd! y bueno, espero q nos vayamos luego a guanchimingolandia, porque ... ¬¬ quiero una lindas vacaciones! en fin... suerte a la mayoria!

sábado, agosto 19, 2006

Desde mi ventana

miércoles, agosto 02, 2006

Sobre la recopilación:

La idea acaba de surgir, y tengo que admitir que es la única certeza que he tenido en el último tiempo. Sé que la estructura misma de estos relatos no es pegajosa ni agradable. No son cuentos bien acabados en lo estrictamente literario y están lejos de agradar a no más de tres personas entre cien, pero eso me tiene con tanto cuidado como el prologo del Cuentista perfecto de Quiroga. Es decir, me importa bien poco.
Estos relatos son tan míos como yo de ellos. Pues aunque les confiera sistemáticamente la vida con desdén y descaro, paso a necesitarlos tanto, que dudo de mi autoría y llegó a cuestionar quien existe en el papel y quien no. En resumidas cuentas, los relatos de esta recopilación me gustan, los leo a menudo, me rió y los disfruto. Y por eso y únicamente por eso, están reunidos en estas páginas. Mi ambición no es hacerlos ridículamente públicos y es bien probable que sean exclusamente de mis lecturas. Pero si no fuera así, tú, lector forastero, prométeme que me guardaras el secreto. Sin importar la manera en la que esta recopilación haya llegado a tus manos.
Me lo guardaras, porque si rompes tu palabra, lo sabré. Y te aseguro que no querrías que lo supiese. La literatura es reciproca. En los párrafos de una escrito cualquiera, puedes conjeturar: Oh, el autor le pasado esto u aquello, y por eso ha descrito así esta escena. Si, eso es cierto. Pero así también, cuando duerma tu voz me llegará al oído y conjeturaré: El lector ha recordado este u aquel suceso al leer mi párrafo, por eso ha emitido tal comentario. Ya lo sabes, ahora sé cauto.


Nota: en los dias q siguen subiré algunas de mis creaciones preferidas. Advierto, son de gran extensión. Bueno, me felicito por mi cumpleaños...jaja!
Suerte a casi todos! GL