viernes, junio 30, 2006

Literales y tres cuartos

Y se podría decir que el enveno inunda la copa, que la sustancia deliciosa y mortal me llena de sabores extraños.
Y desde el suelo me pesigue un presentimiento que me agarra los talones hasta colgarse de mis tobillos, me rasguña los muslos y me muerde las tripas. Se cobija en mi pecho e intento atraparlo, pero trepa por mi garganta. Sale por mi boca como un suspiro, vuelve a entrar con descaro y continua su travesia, se acopla a mi cerebro y transmite ordenes extrañas, desconcertantes.


Nota: Cosas sin sentido, errores y sorpresas agradables...y quizás no tanto. En fin, no quiero creer, pero lo hago. No necesito ilusiones como las que tengo, apensar de que he intentado matarkas con decisión, retornan...se quedan, nunca me abandonan...y no se detienen.
Uff...

viernes, junio 23, 2006

Espalda, frió, invierno y noche

Hay un hilo delgado que se enreda solo, que no es manipulado por nada. Y un millón de puntos cruces que se trazaban al sentir, al perder, al no escuchar que lo que de verdad importa es el amor. Y si nadie lo atiende, que no valga, la razón es más fuerte que el deseo y que la rabia, que el desconsuelo.

Tengo la mirada prendida a la forma maravillosa, al templo precioso del ser femenino y que todos lo sepan: Es la mejor de todas, para ella no hay símil en este universo y en otros mejores a este. Es una excepción a las reglas, a las medidas, a los sentidos…es un astro increíble que vino a caer aquí para mi y a deleite del creador.

Y si, la quiero. Me muero por estar al tanto de la verdad fría, y aún así la vuelvo la querer y nada me importa; Si está conmigo puedo vencer a quien sea, crear lo imposible, y sí, con ella soy un genio fuera de control, un maestro terrible del amor.

Es lejos la luz que produce todos los procesos, ajusta todos los sistemas, regula la vida por completo y recorre el vacío de un punto a otro. Es infinita, no para.

No es mía, pero le pertenezco. Soy suyo y mis energías son energías para abrazarla, para retener sus recuerdos y escribirle como un loco. Autor soy para dejar testimonio de su paso en este mundo, que sin su presencia es sucio, es repudiable y hasta incomprensible.

Es porvenir, es…pasado. Se fue, cerro la puerta al salir.

Cierto, lo olvidaba.

Tan sumido estaba en el sentir, que la realidad se me disipaba.

Es de noche y no sé donde estoy.

Tengo frío, hambre. Estoy sediento de ella, la quiero, aunque este lejos de mi espíritu, a pesar de la historia, de la sangre, de la piel, de los huesos y de los errores.

Otra vez me perdí en el relato, creo. No me doy cuenta, es que sale de mis dedos Aunque quizás no sea bueno que lo diga…

Su voz, oh rayos, escucho sus palabras cariñosas y me elevo al enésimo cielo y toco el último de los ángeles colorados. Oh, y su cabello como cascada de truenos negros, un torbellino de ideas electrizadas.

¡Y la veo! Aparece de la nada, ¡imposible! Está aquí, gracias, oh, gracias. Es ella y camina sin sonreír. Me encanta, me fascina. Única, es realmente especial, me hace vacilar, vivir, esperar y sufrir. Avanza como traída por el vendaval del destino, por el descaro del momento, qué se yo…me evoca emociones fuertes, soy feliz siquiera al adivinar sus pasos, al dibujar sus labios al hablar, al escuchar mi nombre en su boca, el saber que piensa un segundo al menos en mi. No sé si me odia, pero si así lo fuera no me importaría.

Diablos, ya estoy diciendo bobadas otra vez, en fin, si aburro es cosa de cortar la lectura aquí; juró que no me voy a ofender.

Es ella la que me invita a caminar sin rumbo por caminos solitarios. Sin embargo, sin embargo… ¡Ahí está! Se acerca…me llama, ¡Mierda!, me mira y como me mira. Desciendo lento, asciendo rápido y reviento y me reinventó. Corro, la quiero precisar entre mis dedos y comprobar que es ella y no otra. Imagino que me quiere, y sonrío, y soy capaz de cambiar el eje de la tierra, derrito los hielos, fusiono los mares, fabrico millones cuentos perfectos. Y me alcanza la vida para vivir tres y cuatro y hasta cien veces seguidas.

Resbalo, caigo, estoy tendido en el suelo húmedo, obscuro. Y me abrasa como la muerte, absorbo sus olores, sus flores, y es como la muerte, me quita despacio de mi cueva negra y me hace surgir a la superficie. Quiero hablar, pero no puedo. Es ella, es preciosa, me dan ganas de invitarla a bailar en la luna…pero no puedo, es como la muerte, pero no me interesa.

Soy feliz, si es ella y aunque me odie, soy su autor.

Fin

miércoles, junio 14, 2006

La mejor de todas

Amiga, te quiero.

Y sobre ese pedestal exquisito, junto con toda la fuerza y la alegría que contengo, voy a construirte un mundo nuevo bajo este punto y esta prosa. ¡Cumples años!, alegría inmensa que le recuerda al tiempo lo bueno de ser tiempo.

Oh, grandiosa amiga, inspiración mía, sonríe en este día que difícilmente acabará pronto. Mira, que los cielos se desnudan, que la miel se resbala por tus dedos y que mil y un duendes te sostienen por los aires. ¡Flotas! ¡Oh, increíble compañera! El mundo despierta al compás tranquilo de tu voz, cada verbo tuyo levanta y enciende corazones. Tus ojos son el caudal que limpia las almas y exalta su plateado camino.

Eres la naturaleza, la tierra te abrasa como madre, los bosques te cobijan con su manto.

Y esto recién comienza… El autor, 2 de junio de 2006

( el resto de la carta queda prisionera en mi memoria)


posdata: a lo que aún sobrevive de ella, la mejor de todas.

jueves, junio 08, 2006

Te doy abril con sabor a junio…

Es una pluma que cae del cielo, no se detiene. Viene desde lejos. El hombre la de ventana la mira como si el mundo fuese a acabarse. Siente mil temblores en su pecho, agujas enderezan su postura hacía el infinito. No parpadea. Tiene una idea extraordinaria a punto de salírsele de la boca…

Llaman a la puerta…

Es Lucía.

Es una de tantas. Pretende lo que muchas otras. Sonríe, espera cosas. Tiene ganas de derribar la puerta, buscar al hombre de la ventana, preguntarle…pedirle el consejo que sueños vio tan claro.

Abre la puerta.

Es Lucia.

Lo sabe, ya la conoce, nunca la ha visto. La invita entrar. La pluma cae como tiene que hacerlo, abandonándose al mundo como una promesa. Y la pluma piensa, medita, es un arco de luz que brilla por la idea grandiosa de enlazar mil hechos; es una conclusión aniquilante.

Duda.

El hombre de la ventana suspira. Lucia ya no ríe. Y se quedan de pie. Juntos. Y la pluma los espera y también los mira y los quiere, pero no se diente, sigue fallando por el cielo, como el meteoro que al tocar la superficie reunirá los engranajes de un cambio sorprendente.

fin

pd: un día desastrozo es salvado por el encanto preciso de la literatura. Gracias, muchas gracias al primer y último hombre q escibió. Y tambien a "iZiiTahh", sin su pequño eslabón esperanzador, habría sucumbido en el tonelaje de mis engranajes raros y complicados una vez más.


sábado, junio 03, 2006