viernes, octubre 27, 2006

Irremediable

Pensó en ahogarse. Romperse los dientes en el suelo, reventarse la cabeza en la pared, chuparse los dedos de los pies y temblar, agitarse entero y ser el universo en desorden una y otra vez.
Luces.
Hay humo de colores. Gente, ruidos, espacios. Movimiento por el piso, traspiés, medianoche. Y mientras fotogramas violentos lo elevan a sí mismo, por afuera el mundo se desborda en ronquidos felinos de sirena.
Fuego.
Sensaciones de tritones y estrellas. Espadas disfrazadas de puñales, ojos convertidos en manos.
Se muere, es sal de mundo fertilizada. Hay cariños refunfuñados. Olores de celo, piel traslucida, formas suaves y peludas.
Se esconde en la tela de la cortina, nada entre nubes de polvo, se funde en el mundo violeta del genero viejo.
Pensó en ahogarse otra vez. Soñó que casi no respiraba, que se ponía morado y lloraba. Alucinó entonces con caricias naturales, rodeado de soles y mares, abrazado por las hojas y mecido por la corriente de ríos prehistóricos. Se vio exterminado burbujas, observándolas nacer primero, deleitarse mientras crecen y reventándolas después. Incluso imaginó nubes, les dio forma, parecían rostros de hombres persiguiéndose y devorándose.
Amarrillo.
Una mujer de ojos amarrillos, labios verdes y sonrisa de tiburón. Se acerca, tiene la cabeza redonda como un globo casi reventado. Balbucea y camina arrastrando los pies, está idiotizada, le cae saliva por la comisura de los labios. Todo en ella es fuera de lugar. O resulta descompuesto y casi muerto o definidamente muy nuevo, tenazmente reciente. Se hunde. De pronto comienza a enterrarse viva en la infinidad de la tierra, pero señas de entendida no emite siquiera. Y se pierde lento, como si la calma fuese un pecado y las llamas de arena existieran en otro mundo. Y la baba desciende por la piel suya, es un delta de pena espeso, agrio.
Y la ve cayendo.
Y la sigue mirando, cuando un suspiro lo despierta. Alerta. Hay un mundo nuevo, olores diferentes. No abre los ojos del ensueño. Parece que alguien teclea muy cerca. Siente el sonido de los dedos al chocar con la tecla, al hundirse en ella y emerger, luego polinizar en otra y así revestir el teclado con la miel del verbo derretido. No sabe nada, siente menos aún.
Alguien le muerde la cabeza.
Sonrie.
Duerme otra vez.


Nota: ehhh...¬¬ Sí, tema repetido, pero es que no me lo puedo sacar de la cabeza. Aps, quiero dar gracias, pq al fin he comprendido algo muy importante. Eso.
Gonzalo, El Autor.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Te kiiero demasiiadoo !!
demasiiao demasiiao ! ><
iiO no soii enoojona
soOii adorable =)
tu tbm

un bzzo

excelentess txtos !
/iisii

Anónimo dijo...

uy..
q será eso tan importante, q supo ...
ja,ja

nu pasaba x aquí y me dieron ganas de leer... Una vocecita en mi interior me dijo: Silvana leelo y postea... y aquí toi.. ja,ja

too muy bueno, y en verdad escribes muy bn...

(q lastima q cada vez q te veo en el cole y te miro pa saludarte te des vuelta.... a veces da lata)

iap
xau

cuidate!
q sts bn..

Silvanita!!

Anónimo dijo...

hermanito!!
me perdi de mxo parece!!!!
puxis...me pondre al dia y leere el anterior ^^
pero no hoy...ando apuradita
cuidate hermanito
te kero demasiado!!!!
besos
cuidate
slekayd!!!
aiO
TTauz
"nO haii zombrah ziin luz"