Pies húmedos acariciando el suelo, perspicaces movimientos, siluetas adornadas de clandestinidad. Mantiene los parpados en cerrojos y pavor. Intuye mentalmente la obscuridad, hunde un poco la nunca en la profundidad de una almohada y sopesa ideas enrevesadas sobre lo imposible y sobrenatural. Derroteros auspicios de calamidades a flor de piel, cabellos erizados...
PD: No pasa nada...