Notas Generales del Autor

El grueso concepto

Urde por debajo del orbe, paciente trovador de corazones, la cizaña cruda del profeta. Crea la fruta del ensueño y maldice la sin razón de un hombre, embriaga las rejas de su celda y fustiga, carcelero, su sangre a las espinas. Anuncia la noticia y advén el testamento del que sueña, arrebata también los dientes carniceros y prende, sin duda, el fuego del cenicero. Lo sé, lo sabes, que más pronto que nunca despertaran de tu canción los hijos dormidos del desierto. Arremeterán entonces, sin duda, contra los tejidos del vestido y la levadura del maná caliente.
Dejaran de hablar a solas, no partirán sus sienes al alud de una muralla, desvestirán de cruces la torre y tomaran de la vasija el agua. ¿Lo sospechabas? Notabas ese discreto rumor de la tarde, sentías su sombra agazapada en libros y voces, tronando fuerte en el aula, ardiendo en las jaulas y en las calles. ¡Ya creo que no! Siempre confiado, ya sabes de todo, que entre la prisa se te olvido considerar luces nuca adentro.
Las gentes ya se levantan escupiendo evangelios entuertos, pican sin ganas la inocencia arrebatada, más con rabia que pena, evadiendo un poco la cruel miseria que queda tras el ídolo dorado. ¿Lo notabas, omnisapiente caballero de la barba? ¿Gemirás cuando el cuchillo sagrado rompa el tendón del Aquiles? ¿Lloraras cuando la Madona hierva en chips y bits? ¿Lo harás, triste hombre de las aguas? Si por pantalla el mundo es uno, más unido que la vida al cuerpo, más libre que los aires nubarrones, más grande que tu barba y más profundo que ojos de tormenta.

Nota: Lo del grueso concepto no es una pretención intelectual ni nada semejante. Esas son ligas mayores, es más bien un juego de palabras cifrado. Dedicado a mi Conata.

n.nU ...bueno, me retiro. Voy a buscar las fauces de mi ContraNovela, que al parecer no quiere nacer (Ya la obligaré yo).

Saludos!